jueves, 2 de abril de 2009

Joan Comorera, un hombre fiel a sus ideales


El 7 de mayo de 1958 moría en el penal de Burgos Joan Comorera, el primer secretario general del PSUC. Era necesario rendirle homenaje y conocer un poco más a este político que fue también una personalidad clave en la historia reciente de nuestro país.

Joan Comorera fue Conseller d'Economia i d'Agricultura de la Generalitat de Catalunya durante el gobierno de Lluís Companys, y primer Secretario General del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC).

Proclamada la 2a República, regresó del exilio argentino causado por la dictadura de Primo de Rivera, e insufló renovadas energías a los socialistas diseminados por Catalunya, creando la USC. En 1934 fue nombrado Conseller d'Agricultura i Economia de la Generalitat, implantando una política agraria revolucionaria.

Estuvo a favor de la insurrección del 6 d'octubre de 1934, junto a Lluís Companys y otros consellers, con los que compartió prisión y Consejo de Guerra. En 1936 promueve la unificación entre 4 partidos de izquierda, creando el PSUC, del que fue nombrado secretario general.

En 1939 se ve obligado a exiliarse primero a París, luego a Moscú y, finalmente a México. En 1945 regresa a Europa, a Toulouse (Francia), desde donde reorganiza el PSUC. En este período el Partido Comunista de España (PCE) y el PSUC entran en discusiones y enfrentamientos, hasta el punto en que Comorera es expulsado del partido que creó. Pasado algún tiempo, poniendo en riesgo su vida, regresa a Barcelona donde es detenido y juzgado (1954) y conducido al Penal de Burgos, condenado a 30 años de encarcelamiento. Enfermo, muere el 7 de mayo de 1958, en la prisión burgalesa.

En abril de 1985, sus restos regresan a Catalunya, donde fue enterrado en el panteón familiar en Sant Andreu (Barcelona).

Joan Comorera, fue una figura clave de nuestra historia, como ideólogo, activista político y como hombre de honor y valor, en una época que se distinguió por el reconocimiento de los derechos universales de las personas, como la libertad, la democracia, el derecho a la educación y al bien común, valores de los que él fue su fiel adalid.